Santiago, 29 de noviembre de 2010.- Entre los días 22 al 26 de noviembre, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG),capacitó a un grupo de médicos veterinarios inspectores oficiales, quienes se constituirán en los responsables de replicar la experiencia de manera estandarizada a todos los equipos de inspección oficial del SAG en el país.
En sus tres primeros días, la capacitación incluyó el "Curso de formación de entrenadores internos en inspección sanitaria de animales y carnes", que tuvo como objetivo entregar conocimientos teórico-prácticos a los profesionales para que éstos traspasen la información y entrenamiento a sus compañeros en regiones.
Durante la jornada del día jueves, Enrique Paredes, Patólogo de la Universidad Austral de Chile, dictó el "Curso de actualización en inspección sanitaria". Al finalizar la semana, las actividades concluyeron con un taller de inspección en la que participaron médicos veterinarios oficiales del nivel central encargados del tema, junto con los de todas las regiones en las que el MINSAL ha delegado la inspección.
Por su parte, el Subdirector Nacional del SAG, Horacio Bórquez, asistió a una de las presentaciones donde destacó la importancia de realizar este tipo de capacitaciones señalando que "permitirá a los participantes replicar conocimientos y aportar experiencias personales en el área, sobre todo, aquellos que realizan actividades en regiones relacionadas con la inducción de médicos veterinarios y técnicos que se incorporen a las labores de inspección y, al mismo tiempo, estandarizar criterios a nivel nacional".
Cabe destacar, que en junio del presente año el SAG y el MINSAL firmaron un convenio que estableció la delegación de 42 nuevos establecimientos de faena a lo largo del país, que estarán bajo inspección del Servicio. Por tal razón, el SAG, a través del Subdepartamento de Industria y Tecnología de la División de Protección Pecuaria, estableció el compromiso de capacitar a sus profesionales, con el propósito de cumplir, entre otras cosas, con los objetivos de mejorar la inocuidad de los productos para consumo humano y facilitar la apertura y mantención de los mercados de destino de las carnes chilenas.